Bajo la inspiración del modernismo catalán y el estilo Art Nouveau, esta ilustración del Palau de la Música Catalana captura de manera simplificada a dos tintas, la esencia vibrante y artística de este emblemático edificio. En el centro de la composición, una musa de la música emerge con una elegancia etérea, su vestido fluye como una sinfonía visual, reflejando las formas orgánicas y el dinamismo característicos del modernismo. A su lado, un caballo alado, símbolo de la inspiración y la libertad creativa, se alza majestuosamente, evocando el espíritu elevado de la música y las artes.
Las icónicas columnas ornamentadas del Palau enmarcan la escena, reforzando el diálogo entre la arquitectura y la ilustración. Cada trazo y curva rinde homenaje a la estética de artistas como Lluís Domènech i Montaner, con líneas sinuosas y detalles florales que transportan al espectador a una Barcelona modernista.